Como en el anterior encuentro ante el Añorga, la esperanza
de conseguir algo positivo, se vino abajo tras unos horribles primeros quince
minutos y sobre todo, que los nuestros venían convencidos de que era muy difícil hacer un buen resultado. Lo
que está claro es que a un equipo no se le pueden dar tantas facilidades.
No es
normal que jugando en nuestro campo un equipo te meta atrás y no te deje jugar,
aún así, esa situación hay que saberla controlar y no hemos sido capaces. Como
siempre, el segundo gol anímicamente nos ha machacado.
Por
otro lado, nuevamente, la segunda parte estuvo más igualada, lo que hace pensar
que no salimos concentrados al inicio de los partidos y que nuestro físico no es malo.
Me
quedo con la sensación de que nos ha faltado madurez. Sin embargo, a pesar de todo, estoy seguro que nuestros futbolistas van a aprender de estos dos primeros
partidos.
BORRÓN Y CUENTA NUEVA