Todo
el público reunido esperando el inicio del partido. Hacía un día perfecto para
el encuentro entre Betiona y Mariño. El Betiona mejor clasificado, con cinco
victorias en su haber, frente a un equipo al que, según sus números, le cuesta
conseguir goles. Por lo visto nuestros jugadores no tenían dudas acerca de
quién iba a ganar, aunque en la grada solo queríamos ver un buen partido.
Junto
al círculo central los capitanes se dieron la mano y comenzaba un partido que
el buen tiempo convertía en muy agradable desde el primer minuto.
El
Mariño jugaba trabajosamente, pasando el balón entre sus jugadores, buscando
una, a priori, difícil victoria, mientras nuestros muchachos correteaban por el
campo sin ofrecer la seriedad que el choque exigía.
El
tiempo pasaba y lejos de preocupar a los nuestros un incómodo marcador de 0-0,
siguieron con la tranquilidad de creerse superiores. Esta confianza se instaló
en ellos, mientras el Mariño jugaba a sus anchas, y los nuestros parecían
dormidos.
El
Mariño avanzaba con lentitud, los aficionados del Betiona se sintieron cada vez
más intranquilos, mientras que el público fronterizo empezaba a creer en una
posible victoria. Tal es así que el equipo visitante se fue al descanso con un
contundente 0-2.
Después
del descanso, y con la tranquilidad de pensar que era posible remontar a un
Mariño estaba a las puertas de una victoria, los nuestros nuevamente
despistados encajaron un tercer y ya sangrante gol. Únicamente en este momento
parece que los nuestros entendieron que no estaban esforzándose lo necesario y
comenzaron a presionar más fuerte consiguiendo un esperanzador gol.
Los
espectadores gritaban y animaban frenéticamente, unos para que Betiona
remontara y los otros buscando la tensión en los del Mariño. Nadie pensó que el
partido pudiera llegar a tal estado, sin embargo, no se pudo evitar que el
equipo visitante rematara a los nuestros con otros dos goles que pusieron el
definitivo 1-5
Los
aficionados del Mariño aplaudieron con entusiasmo, mientras nosotros, los
incondicionales del Betiona, sentimos que nuestros chicos nos habían engañado.
Sirva este partido para comprender que no siempre
gana el teóricamente mejor, casi siempre lo hace el más trabajador.