lunes, 22 de septiembre de 2014

AÑORGA - BETIONA

Cuando en Añorga sonó el pitido inicial, media España estaba disfrutando de una merecida siesta, pero la afición de nuestro equipo parecía no haberse enterado. En los aledaños del estadio, la marea roja y azul hacía memoria, recordaba que los dos últimos partidos se habían saldado con victoria.

Noventa y dos minutos después, pocos pensaban ya en estadísticas pretéritas. La única referencia al pasado en la que se permitían bucear los aficionados del Betiona era el recuerdo de aquel infausto 6-0 contra el Ostadar la última jornada de la pasada temporada, un marcador muy similar al de ayer. El festival de goles caseros —tres de ellos, para más inri, en los primeros 15 minutos— se tradujo en multiplicación de nervios para el equipo.

En fin, cuando terminas un partido 6-1 y eres del equipo que pierde, pocos argumentos puedes tener para defenderte. Aunque es un resultado absolutamente desproporcionado, el próximo sábado el equipo tiene una ocasión de oro para recuperarse del golpe anímico, con un derbi de alta tensión contra el Orereta.

La hinchada visitante también demostró que su amor al club va más allá de sacrificar una siesta. Empezó animando a todo pulmón a su equipo y, tras un pequeño bajón de fuelle que coincidió con el tercer y tempranero gol del Añorga, recuperó un poco las pulsaciones tras el gol de la honrrilla de los nuestros en una segunda parte más acorde a lo que debió ser el partido.


Aunque la energía de la afición no se correspondió con el resultado que sufrió su equipo, despidieron a los componentes del Betiona con aplausos, pensando que: «Ser de los que ganan es muy fácil, ser del Betiona nos parece mejor».


Aquí las FOTOS

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