miércoles, 17 de octubre de 2012

FUTBOL TOTAL

En referencia a la falta de concentración que mostráis, sobre todo en la primera parte de los partidos, hasta que el entrenador os echa la bronca, transcribo parte de un interesante artículo. Cabe resaltar la importancia del primer gol y sobre todo el aspecto del equipo de Rinus Michels, no habla de quién componía el equipo ni de su calidad como jugadores, habla del EQUIPO.
Un dato interesante: en Sudáfrica 2010 se registraron 48 victorias y 16 empates. De esos 48 triunfos, 45 fueron para la selección que marcó el primer gol, o sea el 94 por ciento.
Las estadísticas no explican todo, pero enseñan a entender cosas. El primer gol es decisivo. Generalmente vuelca el juego a favor de quien lo anota. El equipo que convierte toma confianza y, sobre todo, encuentra más espacios. A la vez, se protege mejor atrás.
Ahora bien, ¿con qué tiene que ver la apertura del marcador? Con la actitud de los jugadores. Puede ocurrir que un equipo ataque pertinazmente y de pronto reciba un gol de contragolpe. Sin embargo, no es lo usual. El que busca, encuentra. El que va al frente tarde o temprano se impone. Algo es seguro: el equipo que sale a esperar, a especular, a amarrar al rival, no está cerca de ese primer gol.
"Estábamos jugando de igual a igual hasta que llegó el primer gol". La frase, a manera de descargo, se escucha todos los días en boca de algún técnico. La mejor forma de no lamentarse es marcar antes que el adversario. ¿Cómo...? Peleando desde el primer minuto, buscando ese primer gol.
Sudáfrica 2010 no generó novedades tácticas. Mucho menos, revoluciones. Acaso la única revolución del fútbol fue la de Holanda 1974, la Naranja Mecánica. Entonces el juego era más lento, y todavía bastante posicional, cada cual conservaba su zona y el delantero no bajaba a marcar hasta el mediocampo.
De pronto, apareció el célebre equipo de Rinus Michels con una dinámica nunca vista hasta entonces: todos corrían, se movían, rotaban, se ofrecían como variante de descarga, bajaban, subían... Causó estragos en los rivales y sensación en la prensa y los espectadores. Fue dado en llamar "el fútbol total". En realidad fue la dinámica total.

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