Nuevo partido en tierras fronterizas, nueva derrota y nueva desesperación en nuestro entrenador. Al menos nos queda el consuelo de que tuvimos un tiempo espléndido y se jugó a una hora sensata.
Nuestros jugadores, en su línea, individualizando su pobre juego. No se busca compañero para jugar, por tanto, no hay posesión. Sin balón, no disfrutan del juego y decae la ilusión. El balón siempre ronda nuestra parcela del campo y, "tanto va el cántaro a la fuente,..."
De todas formas, ánimo chicos, en vuestra mano está cambiar la situación.
Por cierto, esta vez hay que criticar el mal comportamiento del público, más preocupado del partido Real Sociedad-Levante, que del que se disputaba ante sus ojos. Ahora todo el mundo es de la real, todos conocen los resultados de este equipo, todos opinan de su trayectoria, de sus jugadores, de su entrenador, de su junta directiva. Todos son realistas, ahora que el equipo va bien, ya veremos que pasa cuando lleguen las derrotas, y los entendidos vuelvan a ver y comentar "SÁLVAME".
En fin. Lo mejor, un domingo al sol.
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Así vemos en la grada el juego de nuestro equipo. Desesperados, como el de la gorra, pero disfrutando del día, como el de las gafas.
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