domingo, 5 de febrero de 2012

HABERLAS, HAYLAS.

Un toque de atención para jugadores, técnicos y club. No es normal que el entrenador no sepa cuantos jugadores, con nombre y apellido, van a asistir al partido, y por otro lado, quién no está en condiciones de jugar. Pasada la era del tam, tam y el molesto zapatófono, es muy fácil que un día o dos antes del partido todo esto quede claro y no haya sorpresas en el campo. Ya se que más triste es “de robar”, pero ayer la imagen del equipo quedó más tocada aún, si cabe, tras la aparición en el campo de sólo diez jugadores, sin que el entrenador supiera el motivo de la ausencia de algunos de los que no fueron.

Las caras de los asistentes mostraban pena, apatía, perplejidad, somnolencia, tristeza, y otras muecas difíciles de identificar. Suerte, como siempre, que la masiva asistencia de público pro-touring, había más que jugadores, animó a los deportistas a dar ese plus que necesitaron para suplir al jugador número once.

Nos citaron en Trintxerpe, cuna de las “meigas”. Ahora ya estoy seguro de que haberlas, haylas. Si no, como es posible que de una plantilla de diecisiete sólo haya diez disponibles. Las meigas intentaron ayudar a nuestro rival y casi lo consiguen, nos privaron de siete jugadores, convirtieron el campo en zona de patinaje y bajaron la temperatura a cero grados, pero no contaron con la sorprendente y tan necesaria motivación de los que si pudieron jugar. Vencimos los contratiempos, pero alguien no nos quiere dejar ganar la copa que tan a mano tenemos. “¿Purque?”.

Curioso lo de este equipo que, ante las meigas, el frío y la falta de efectivos, crece en motivación, y en condiciones normales, realiza un juego soporífero junto a un mínimo esfuerzo.

Lo de ayer, sin duda mereció el caluroso aplauso con el que el público despidió a los jugadores que, a pesar de jugar con uno menos, consiguieron una disputada victoria. No es destacable el juego, ahí hay mucho que mejorar, pero el trabajo de todos, recalco todos, vale, siempre hay algún racanillo, pero en fin, vuelvo a decir TODOS, se esforzaron para convertir la pena y el cabreo inicial en alegría generalizada.

Supongo que también el entrenador quedó contento con el esfuerzo de los jugadores. Pero yo sobre todo, les animo a tomar nota de este partido para los próximos enfrentamientos, se puede mejorar mucho. Por lo que veo en cada encuentro, y más a estas edades, la victoria se consigue con algo de talento y mucho trabajo. O como dijo Mario Vargas Llosa, cuando recogía su Nobel de literatura, el talento es una disciplina tenaz y una larga paciencia.

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