Nada que objetar al resultado. No es que el “Lengo” hiciera un gran juego, nos han ganado aprovechando nuestros errores, con pelotazo largo y velocidad, y no pudimos pararlos.
No me molesta perder. Me duele ver la falta de concentración en los de siempre, que se vuelve desidia cuando tenemos el marcador en contra.
Nos sigue poniendo nerviosos tener el balón, el rival se da cuenta, nos presiona y con un desplazamiento sin sentido, les regalamos la pelota, el juego y el partido. No tener la posesión del balón, significa que siempre tenemos que defender. Y así, tanto va el cántaro a la fuente,…
En general, los jugadores trabajaron bien. Yo aún sigo creyendo en este grupo. Nos falta la confianza de cada uno de los jugadores individualmente y del equipo en conjunto. Es importante que nadie se crea mejor ni peor que sus compañeros, y hay que intentar jugar siempre la mejor opción sea quien sea el receptor. No hay que olvidar que todos atacamos y todos defendemos.
Dicen que rectificar es de sabios, pero más sabio es hacerlo a tiempo. Queda toda la segunda vuelta para demostrar al entrenador, al público y a vosotros mismos, que hay posibilidades de hacerlo bastante mejor.
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