domingo, 22 de abril de 2012

EMPANADA MAYÚSCULA

Tras el santo parón, el reencuentro del equipo con el balón fue lastimoso. Ya dicen que para los bebés las vacaciones son malas, les cambian los hábitos y costumbres, les producen trastornos temperamentales y pierden lo aprendido durante mucho tiempo en diez días. Yo creía que nuestros jugadores ya no eran bebés y que sabían comportarse bien en cada situación, pero parece que no es así, tienen que volver a centrase en la rutina postvacacional.

Visto lo visto ayer, nuestro equipo ha empeorado notablemente tras las vacaciones. El juego se redujo a un primer pase que el receptor pateaba entregando el balón al rival, o intentaba un mal regate, o cualquier otro imposible sólo pensable en las inexpertas mentes “tourignianas”.

Poco se puede esperar de un equipo que no consigue tirar entre los tres palos ni una sola vez, contrariamente a lo que les piden los entrenadores, la gran mayoría no quiere la posesión, y hay jugadores que no creen en el grupo.

En este último partido, sólo merecen un elogio especial, por seguridad, por esfuerzo, por querer jugar, por intentar ganar, por mejorar cada día, por ser como son, por confiar en sus compañeros, y por hacer equipo, unos pocos jugadores. Para todos los demás, sentido común y duracell.

Ahora mismo sólo estamos al nivel del FC Barcelona, que ayer pretendió ganar con muy pocos disparos a puerta.

Lástima, más de lo de casi siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario