El anterior partido, el de antes del turrón, jugamos mejor que hoy y no ganamos, nos faltó convencimiento para conseguir la victoria. Hoy con peor juego, ilusionados con la victoria, conseguimos terminar la primera parte con buen resultado.
La segunda parte se presentaba disputada y emocionante, sin embargo, nadie sabe que extraño virus nos atacó en el vestuario que, a pesar de conseguir pronto un segundo gol que hacía un inesperado 0-2, no hemos aguantado el ritmo, nos hemos venido abajo, y la constancia del Oiartzun que, con un par de jugadas afortunadas, alguna “ayudita” arbitral, y peleando hasta el final, mientras nosotros deambulabamos sin sentido por el campo, nos ha dado un mal golpe, nos ha noqueado y hemos tirado por el WC todo lo conseguido hasta entonces.
En la primera parte hemos tenido a Lalo vigilante y creo que la concentración se ha notado, en la segunda, se ha ido y el equipo, cuando más teníamos que ganar, se ha relajado. No aguantamos todo el partido, y no es la primera vez que pasa.
En fin, a pesar de todo, no merecimos perder. El día que consigamos aunar cabeza, la de pensar, y trabajo, seremos un equipo competitivo, mientras tanto, seguiremos dependiendo de la poca suerte que tenemos y de tres o cuatro jugadores, que siguen esforzándose a tope incluso cuando no tenemos el partido de cara, por cierto, casi siempre son los mismos.
Esta es la conclusión que he sacado al ver vuestras caras después del partido y desde la grada no podemos hacer nada.
Pena, penita, pena.
La segunda parte se presentaba disputada y emocionante, sin embargo, nadie sabe que extraño virus nos atacó en el vestuario que, a pesar de conseguir pronto un segundo gol que hacía un inesperado 0-2, no hemos aguantado el ritmo, nos hemos venido abajo, y la constancia del Oiartzun que, con un par de jugadas afortunadas, alguna “ayudita” arbitral, y peleando hasta el final, mientras nosotros deambulabamos sin sentido por el campo, nos ha dado un mal golpe, nos ha noqueado y hemos tirado por el WC todo lo conseguido hasta entonces.
En la primera parte hemos tenido a Lalo vigilante y creo que la concentración se ha notado, en la segunda, se ha ido y el equipo, cuando más teníamos que ganar, se ha relajado. No aguantamos todo el partido, y no es la primera vez que pasa.
En fin, a pesar de todo, no merecimos perder. El día que consigamos aunar cabeza, la de pensar, y trabajo, seremos un equipo competitivo, mientras tanto, seguiremos dependiendo de la poca suerte que tenemos y de tres o cuatro jugadores, que siguen esforzándose a tope incluso cuando no tenemos el partido de cara, por cierto, casi siempre son los mismos.
Esta es la conclusión que he sacado al ver vuestras caras después del partido y desde la grada no podemos hacer nada.
Pena, penita, pena.
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