miércoles, 25 de enero de 2012

¿POR QUÉ UN 10?

Aunque no lo digáis, lo leo en vuestra cara, a muchos os parece exagerado que el público haya obtenido la máxima calificación. Está claro que podéis tener una opinión contraria a esta nota, estáis en vuestro derecho, pero seguramente, debido a fallos técnicos, es probable que estéis durante todo el mes próximo sin usar Playstation, Nintendo Wii, XBox,  PSP, Nintendo DS, o similar, además de no poder conectaros a todo tipo de redes sociales. Ya se sabe "cuando seas padre comerás huevos".

Jugar es fácil, pero animar es muy duro. Empezamos el día con un triste café y bollo para poder comentar las incidencias del partido, que si ese está flaco, el otro come mucho, uno estudia poco, ninguno mucho, ese sale demasiado, uno está aguapando, el otro es más feo, uno ha estirado, el otro no crece, aquel se ha echado novia, el otro anda con una rubia, que si el entrenador esto, que si lo otro o lo de más allá. Algún distraído, de vez en cuando, dice algo de falta, corner y balbucea otros términos futboleros, lo que la multitud de la grada corrobora asintiendo con la cabeza. Una vez se pita el final de la primera parte, la opción es unánime, habrá que picar algo para coger fuerzas. Dicho y hecho, un pinchito y otra vez a la grada.

La segunda parte comienza prácticamente como acabó la primera, sólo que  esta vez las conversaciones tratan de justificar los comentarios de la primera parte. Este tema no dura mucho, sólo unos veinticinco o treinta minutos más. Cuando el árbitro pita el final del partido, entre unos y otros adivinamos el resultado final a lo que, mientras nos desplazamos hasta el bar para tomar el último "tentempié", ahora sí, deportivamente y después de lo visto, vamos diciendo, tras un arduo estudio de lo sucedido, nuestro parecer futbolístico, no fue penalti, eso era tarjeta, gol mal anulado, menuda entrada, hay que atacar más, es mejor pasar el balón, el fútbol es así, no hay enemigo pequeño, si la pelota no quiere entrar no entra, tenía que haber tirado el penalti al palo corto, cualquier cosa puede pasar, son once contra once, etc,..., vamos lo normal de los entendidos.

Lo último es esperar a los fatigados jugadores. Según van llegando les indicamos las carencias que han tenido y como hacerlo mejor la próxima vez. Terminada la clase magistral, es necesario un pequeño almuerzo, para mantener la forma y las formas, donde seguiremos hablando de fútbol.

Es normal que un jurado imparcial nos haya dado la máxima calificación, aunque si queréis mejorar deportivamente, además de las notas del próximo cuatrimestre, más vale que hagáis caso al entrenador, nosotros, como os he explicado, teóricamente sabemos más pero nos cuesta llevarlo a la práctica.

Un par de frases famosas:
"Pegarle de rabona no es un lujo ni una demostración de calidad, es simplemente gritar que tu otra pierna no sirve para nada".

"No me importaría perder todos los partidos, siempre y cuando ganemos la Liga".

No hay comentarios:

Publicar un comentario