Emocionante partido el disputado el sábado en nuestro campo ante los navarros del Gure Txokoa. Si bien vi al equipo un poco flojo en los últimos minutos, en los que deseamos que el árbitro pitara el final, nuevamente nuestros chicos supieron remontar un resultado adverso.
La rapidez de nuestros extremos fue la clave para la consecución de los goles. Este empate tiene que dar confianza a los nuestros para seguir en la línea de no creerse inferior a nadie. Creo que en la primera parte y en los primeros minutos de la segunda hicimos los méritos suficientes para ganar, pero el partido dura noventa minutos y no pudimos mantener el resultado.
Se siguen cometiendo errores y nos falta pensar y controlar un poco más el balón, pero creo que vamos formando, poco a poco, un bloque sólido.
Además del pie, en el fútbol como en todo lo demás, hay que usar la cabeza (no digo como Zidane).
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